Huellas en el mar II (Suburbano Ediciones, 2014) llega con
una pequeña lista de grandes escritores y nuevas revelaciones. El
enfrentamiento a un espacio físico y mental que es ajeno o distorsionado, la
búsqueda y el reconocimiento del ser, la lucha inalcanzable por lograr encajar
o pertenecer a alguien o algo, son algunos de los conflictos que atraviesan
esta segunda entrega de la colección editada por el peruano Doménico Chiappe.
Los relatos vienen de la mano de verdaderas revelaciones
como Elisa Fuenzalida (Níger) y Federico Guzmán Rubio (México) y de escritores
reconocidos como Fernando Iwasaki (Perú) y Leonardo Valencia (Ecuador).
¿Qué pasaría si vivieras en una caja de vidrio transparente
donde todo el mundo puede ver lo que haces? Dacal, personaje de “Las emisarias” de
Leonardo Valencia, es un hombre en una ciudad nueva que busca un departamento,
porque los hoteles donde se ha hospedado anteriormente le reprimen su deseo que
poder reclamar y él es un hombre al que le gusta llamar la atención. Finalmente,
alquila un departamento que, entre otras cosas, no tiene cortinas, lo que hace
que sus vecinos puedan ver todo lo que sucede dentro. Dacal, además, crea un
inusual interés por Miranda, una vecina del edificio a quién vigila
constantemente, aunque ni él mismo entienda porqué. Con el tiempo él es capaz
de recrear sus actividades, la cena a las ocho y media de la noche, la visita
de sus familiares los sábados por la tarde. Su interés, sin embargo, no es
amor, ni gusto, porque ella no le atrae físicamente, solo anhela su presencia.
La vida de Dacal termina girando alrededor de una mujer que no le gusta, aunque
siempre está presente su deseo de mirarla, de saber qué hace, con quien está,
de hacerla su amiga. Cuando Miranda finalmente desaparece él coloca las cortinas
en su departamento, pero se siente desnudo: "como si ahora, con las
cortinas, fuera más fácil observarme", dice.
La presencia del otro conocido es un significante, cuando
este se marcha, a Dacal no le queda nada. La desnudez se evidencia cuando no existe
el otro que lo reconoce, que le da identidad. Un cuento que, solo tal vez, es
un reflejo de la sociedad contemporánea que nace en torno a las nuevas
tecnologías y las redes sociales, donde los sujetos se desnudan y se exponen a
ser observados, criticados, y donde sólo se existe en relación al otro, a los
likes o a los amigos que se aceptan. Pero estas son solo aseveraciones,
inferencias de un lector que debe acompañarse con las de otros lectores.
Elisa Fuenzalida expone los deseos y las frustraciones de un
hombre que va en busca de un adolescente, hijo de su anterior amante. Un hombre
perdido en un flujo de conciencia en torno a la homosexualidad y sus clichés,
una tormenta sentimental por su inseguridad y la culpa por esperar el amor de
un joven, cuando él mismo es un hombre adulto.
Federico Guzmán habla del amor, de las aspiraciones
incumplidas, de las expectativas de una sociedad que espera que un hombre se
case y tenga hijos, pero ¿qué sucede cuando los ideales de un hombre son más
fuertes que la presión de una sociedad? ¿Qué sucede cuando hacer lo correcto
significa el fracaso del individuo?
Fernando Iwasaki presenta un relato fantástico y, con él, la
idea de que la búsqueda no es únicamente del ser sino que también es de lugar.
“El beso de la Mona-Mujer” es un relato fantástico de una leyenda del folclore
costarricense. La Mona-Mujer es una suerte de monstruo que roba frutas,
secuestra niños y seduce a los incautos bajo la apariencia de una mujer
hermosa, pero que luego se transforma en una mona asesina. Larry es un
detective que llega a tierras ticas en busca de un bailarín de flamenco español
que escapó de su pareja, un apoderado taurino. El detective, luego de disfrutar
de los placeres y de los paisajes que ofrece Costa Rica, terminará por renunciar
a sus convicciones y exponer sus miedos.
Huellas en el mar II visibiliza la narrativa de escritores
como Fuenzalida y Guzmán a la vez que reafirma el valor y el aporte literario
de Iwasaki y Valencia. Está colección recoge cuentos maravillosos y profundos.
Lecturas amenas con increíbles personajes. Conflictos que exponen los
estereotipos del mundo homosexual y los miedos del heterosexual. Donde hay
personajes que no les molesta exponer sus ideales y convicciones al mundo,
mientras otros se ven obligados a hacerlo. Una colección de cuentos para usar
como espejos.