"Me metí a un McDonald's en París, justo el que está
frente al metro La Motte-Picquet - Grenelle. Necesitaba usar desesperadamente
el Wi-Fi y aún no era tan cínico como para usarlo sin consumir. Me formé, le di
un vistazo al menú luminoso que siempre hay enfrente y aunque no lo encontré
supe que debían vender Sundae como en todos lados. Así que cuando llegó mi
turno, lo ordené y la cajera francesa me miró, me habló en francés, le seguí
diciendo "Sundae, sundae, sundae..." como un mantra y luego, al darme
cuenta de que no me entendían, cambié de petición por unas papas grandes o una
hamburguesa con queso, no sé, pero todo en español e inglés. La confusión era
tal y los casi gritos por no entendernos que del fondo de la cocina apareció un
ecuatoriano que, enfurecido, casi me gritó en español: "¿Qué es lo que
quieres?" Le respondí que un sundae o cualquier cosa. "Aquí los
sundaes no existen, ¿qué otra cosa...?", le dije, entonces, que unas
papas. Mi alegría por escuchar mi idioma y estar frente a la salvación lingüística
se desvaneció ante el regaño. “Aquí los sundaes no existen”, fue la sentencia
que nunca olvidaré. Ceremoniosamente el ecuatoriano personalmente tecleó en la
computadora la orden y me cobró. Enseguida se fue a la parrilla a seguir
cocinando carne." (Jaime Mesa*)
¿A qué escritor resucitarías? ¿Y para qué?
Resucitaría a uno de esos escritores más o menos buenos de
los que sus fans dicen: “Si hubiera vivido más, habría escrito una obra
maestra”. Me gustaría ver la decepción general.
¿Ser o no ser?
Probablemente no ser porque lo otro es una cosa muy difícil
y la gente luego se pone seria.
¿Quién es el autor más sobrevalorado? ¿Y el olvidado
injustamente?
Un extraordinario autor casi olvidado es Harold Brodkey. ¿Un
autor sobrevalorado? Me parece que casi cualquier autor del que de manera
unánime la crítica diga que es bueno. Desconfío del gusto generalizado.
¿Cómo te gustaría ser leído?
Con atención, pero sin concesiones.
¿Qué título le pondrías a tu autobiografía?
“Descanse en paz”. Y sería audiolibro.
Los perros ladran, Sancho…
...porque Cervantes lo escribió pero lo borró en las pruebas
finales.
¿Cuál ha sido tu peor
trabajo?
Repartidor de garrafones, me parece. Mucho esfuerzo y
pagaban muy poco.
¿Qué perfume le recomendarías a Dulcinea?
Creo que One, de Calvin Klein, me gusta esa democratización
del olor.
¿Cuál sería el soundtrack ideal para el Fin del Mundo?
“Noche Transfigurada” de Schoenberg.
¿Qué harías si encontraras el Aleph de Borges?
Creo que negaría su existencia.
¿Qué tienen en común los escritores y los banqueros?
Nada, por eso los escritores envidian la vida de los
banqueros.
¿Cuál es tu secreto peor guardado?
Que soy adicto al Twitter.
¿Qué cuentan las ovejas para poder dormir?
A pesar de la creencia popular cuentan perezosa y llanamente
del uno al cien.
¿Quién ayuda a Dios cuando madruga?
Buda o Alá o alguno de sus hermanos gemelos.
¿Con qué personaje literario te gustaría tener un affair?
Por respeto debo mencionar a uno con quien ya lo tuve:
Scarlett Kunzen. Soy fiel a mis affairs.
¿Qué harías con un Gregorio Samsa en tu familia?
Le pondría un bar para que nos mantuviera a todos.
Si llega a tu casa una musa ¿qué haces?
La mato sin dar explicaciones.
Tu cita favorita
“In my
younger and more vulnerable years my father gave me some advice that I've been
turning over in my mind ever since. ‘Whenerver
you feel like criticizing any one’, he told me, ‘just rememeber that all the
people in this world haven't had the advantages that you've had.’”
Scott Fitzgerald en El Gran Gatsby.
Si la supervivencia de la literatura depende, como en
Fahrenheit 451, de memorizar un libro, ¿cuál sería, por qué?
Porque parece mentira la verdad nunca se sabe, de Daniel
Sada, porque parece que ahí están contenidas todas las palabras.
Estás a punto de morir, escribe tu último tuit:
“El amor es un trabajo sucio pero alguien tiene que
hacerlo.”
(*) Jaime Mesa, escritor mexicano, publicó Rabia, su primera
novela, en el año 2008, logrando una buena acogida de la crítica. Mesa ha
colaborado con revistas como Crítica, Laberinto y Hoja por hoja. Además,
también ha coordinado varios talleres literarios, tanto de cuento como de
novela. Su última novela se llama Los Predilectos.