Matavilela inicia una nueva etapa y no podíamos dejar de
lado el cuestionario que se ha convertido en una marca de la casa. Las
#Matapreguntas de esta ocasión las respondió el escritor Iván Thays (Lima,
1968), finalista del Premio Herralde de Novela 2008 con su libro Un lugar
llamado Oreja de Perro y autor, entre otras obras narrativas, de Un sueño fugaz
(Anagrama, 2011) y El orden de las cosas (Alfaguara, 2012). Administra el
reconocido blog Moleskine Literario.
Como ya se nos ha hecho costumbre, hoy introducimos el
cuestionario con una anécdota curiosa: Iván nos contó que jamás se habría hecho
escritor si no fuera por las colecciones de libros ecuatorianos, Ariel Juvenil
y Ariel Universal, que solía comprar su padre y que leyó a los diez años. “Aún
hoy, cuando veo uno de esos libros, me lleno de ternura y agradecimiento”.
¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído?
Los cuentos de Hans Christian Andersen.
¿Cuál fue el último libro que leíste?
Las reputaciones, de Juan Gabriel Vásquez.
¿Qué te gustaría hacer que no tenga que ver con la
literatura?
Pintar.
¿Qué título le pondrías a tu autobiografía?
Armonía perdida.
¿A qué escritor resucitarías y para qué?
A ninguno. Si ya todos están en paz, para qué molestarlos.
¿De qué personaje literario te gustaría ser amigo o amante?
Micol Finzi Contini es mi tipo de chica: hermosa, platónica,
inalcanzable. Sería una buena amiga mía. Una no-novia.
¿Cuál sería el soundtrack ideal para el fin del mundo?
Mozart.
¿Quién es el autor más sobrevalorado? ¿Y el olvidado
injustamente?
La literatura norteamericana sobrevalora a un escritor, como
mínimo, cada año. Y el más olvidado es Luis Loayza, aunque no injustamente
porque él se lo buscó y es feliz con el olvido.
Si la supervivencia de la literatura dependiese, como en
Fahrenheit 451, de memorizar un libro, ¿cuál elegirías y por qué?
Memorizaría La muerte de Iván Ilich, porque es un libro
iluminado.
¿Cuál ha sido tu peor trabajo?
Dictar Lengua para un grupo de chicas mimadas a las que no
les interesaba el curso y cuyos padres conseguían que pasasen sin dar examen.
¿Cuál es tu secreto peor guardado?
Soy tímido.
¿Qué cantas en la ducha?
Invento canciones de desamor.
Estás a punto de morir: escribe tu último tuit.
Luz, más luz.