Este cuento pertenece a un nuevo movimiento que no era usual en esa época, usa técnicas narrativas que sorprendieron por su modernidad cuya herramienta es llamada “la corriente de pensamiento”, o “flujo de consciencia” (stream of consciousness). Esta narrativa es original ya que fue estampada por el filósofo y psicólogo Williams James en su libro "Principles of Psychology". Mediante esta nueva herramienta Virginia Woolf utilizó para la narración de sus novelas y también es reconocida en el famoso libro Ulysses de James Joyce. Aparte de la narrativa, la originalidad el cuento es la forma que escogió la autora para relatar su punto de vista sobre un problema social a través de una metáfora muy particular utilizando un objeto tan común como el espejo. Este cuento es excelente para estudiar las diferentes maneras de usar los elementos literarios, y nos enseña cómo podemos introducir una ideología en una comparación tan creativa como lo logró Virginia Woolf.
El tema principal del cuento es el autorretrato de una mujer cuyo espíritu y carácter es observado y examinado desde el reflejo de un espejo colgado en su casa. La forma y el tema están relacionados en la metáfora de interpretar lo que vemos a lo lejos y lo que vemos a lo cerca de algo o alguien, a través del espejo el narrador observa fuera de la casa a esta misma y a Isabella, desde ese punto comienza a examinar y a analizar a la persona y al ambiente, pero mediante el reflejo solo puede ver lo superficial, lo externo que es representado por la imagen del exterior de la casa, pero cuando el protagonista entra y el espejo ya proyecta su interior se muestra lo oculto detrás de las puertas y la verdadera identidad de Isabella, esto quiere decir que la metáfora relaciona la imagen externa de la casa con lo que el mundo ve, la máscara que oculta una expresión turbulenta en el personaje. Las imágenes interna y externa del ser no tienen similitudes entre sí, sino todo lo contrario como enseña el cuento. Este tema que trata es un carácter universal porque encierra un problema social que ocurre diariamente en los seres humanos, dejarse engañar por lo superficial y no abrir los ojos ante lo profundo.
El narrador de la historia se encuentra dentro de ella
misma, es un narrador homodiegético porque actúa, juzga y tiene opiniones sobre
los hechos y los personajes que aparecen, dentro del cuento el personaje
principal es Isabella Tyson. En este caso el narrador sólo tiene y aporta
información basada en su propia visión de los eventos. También en este cuento
se utiliza la técnica literaria llamada el Monólogo Interior, que consiste en
reproducir los mecanismos del pensamiento en el texto, así como la asociación
de ideas.
Este tipo de narrador afecta en el lector a causar diferentes
perspectivas del ambiente y del
personaje, éste va junto con las ideas del narrador sobre la historia e
inconscientemente concordamos con los pensamientos de este hasta terminar con
el relato. Por este motivo la perspectiva que tenemos del relato al
iniciar la lectura va cambiando mediante lo que nos van narrando y así mismo
hasta el final que nos torna un cambio total de la idea con la cual iniciamos.
Por ejemplo, comienza dando una opinión personal, sobre la oposición de dejar
espejos colgados en las habitaciones y luego continúa con lo que observa en el
reflejo; sus ideologías sobre las
imágenes junto con sus perspectivas, nos va diciendo el secreto que guarda la
hermosa mujer llamada Isabella, su misterio y vivencias que nadie conoce, todo
esto metaforizado en el reflejo, turbio e incompleto cuyo origen es el espejo
colgado y la imaginación del narrador. Al final, toda la belleza que nos
trasmitía la descripción del protagonista cambia cuando Isabella es mostrada
totalmente en el reflejo, y la realidad es expuesta a la vista del narrador y
su perspectiva torna a la veracidad, el personaje era vacío, su hermosura no
era más que la imaginación y el texto va desprendiendo la imagen auténtica, y
así cambiando el matiz del comienzo.
La voz narrativa nos enseña una distinta cosmovisión a
través del reflejo de un espejo, las expectativas que creamos dentro del mismo
y luego destapar la real imagen que hemos estado observando. La actitud del
mismo comienza con un reclamo de la desaprobación de espejos colgados en las
habitaciones, luego expresa la magia que siente por la cosmovisión creada en el
reflejo y al final la decepción de la realidad.
El tiempo verbal aplicado se encuentra en pasado cuya
importancia es necesaria para el conocimiento completo de la historia. El
narrador expresa sus ideas de una manera subjetiva, siempre son los
pensamientos extraídos de su consciencia, opinando mediante las experiencias
que ha tenido. Este autor implicado se observa como una voz de protesta social
porque en el cuento muestra constantemente sus opiniones y puntos de vista con
respecto a un tema en particular, en este caso, los espejos colgados en las
habitaciones, que significa el rechazo al análisis de solo lo superficial.
En el cuento hay dos personajes, el que relata y del que se
está hablando que es el protagonista, en este caso Isabella Tyson. La relación
que existe entre ellos es la amistad que comparten y el narrador dentro de la
obra actúa yendo a visitar a su amiga Isabella y desde ahí nace la historia. El
protagonista sufre una metamorfosis al final del relato en el momento en que el
narrador cambia totalmente su perspectiva al darse cuenta de la realidad de
esta y no lo que imaginaba a través del reflejo del espejo. Este cambio que transforma la realidad de
Isabella se da gracias al desarrollo psicológico del narrador, en cuanto a los
pensamientos de este y la asociación de ideas que relaciona en cuanto a su
monólogo interno. Y en esto también influye al ambiente en el que se encuentra
cuya importancia se da al narrar la cosmovisión a través del reflejo que nos
muestra el espejo colgado en la habitación, la relación del ambiente con el
personaje es la esencia de este cuento y lo que abarca al análisis del narrador
en cuanto al texto.
La técnica narrativa que emplea este cuento consiste en un
monólogo interior del narrador, mencionada anteriormente, puesto que el
protagonista analiza el ambiente, todo lo que observa desde su punto de vista
dentro de su consciencia y lo plasma en el texto con un vocabulario formal de una manera descriptiva. El lenguaje poético domina las descripciones
porque se vale de figuras literarias como la prosopopeya, por ejemplo esta
frase extraída del cuento: “las alfombras, las sillas y los armarios que ahora
vivían su nocturna vida ante los ojos de una. A veces parecía que estos objetos
supieran acerca de ella más de lo que nosotros, que nos sentábamos en ellos,
escribíamos en ellos y caminábamos, tan cuidadosamente, sobre ellos, teníamos
derecho a saber.”
El objeto que tiene mayor importancia y significado en esta
obra es el espejo, por el motivo que a través de él se narra el ambiente y la
visión del narrador acerca de la realidad que está viviendo en ese momento,
desde ahí parten sus conclusiones, opiniones, pensamientos. El espejo es una
metáfora cuya semántica es el análisis que obtenemos mediante el reflejo que
muestra a Isabella y la examinamos
interna y externamente, ese objeto normalmente funciona para examinar nuestra
imagen en un reflejo, pero en este caso observamos el reflejo de alguien más,
no solo superficialmente sino también su interior, a su vez examinamos el
contraste del interior y exterior de la casa a través del espejo. Los párrafos dentro del cuento son largos y contribuyen a la
corriente de pensamientos del que relata, sobresalta el monólogo interior y a
su vez el fluir de la consciencia, ambos aspectos se encuentran conectados en
esta obra porque mientras el narrador se cuestiona a sí mismo va dejando
huellas de su ideología la cual nos atrapa en ella y mientras leemos escuchamos
su discurso, siguiendo sus pensamientos y así entrando en su comprensión.
La narración se desarrolla de una forma lineal con un orden
cronológico. El narrador va relatando mediante el orden que observa y analiza,
en el orden que van ocurriendo las situaciones. En la obra hay un halo de
misterio asociada con la identidad del protagonista. El espacio en este cuento se destaca mayormente en la
imaginación del narrador contribuido por las imágenes del ambiente en el que se
desarrolla, comienza describiendo el espacio en el que se encuentra y lo que
presta atención a través del espejo, luego empieza a correr su imaginación e
inicia el flujo de ideas y asociaciones de estas, imponiendo sus opiniones y
perspectivas por medio de la observación del reflejo. Al final del relato lo
superficial se aclara demostrando la verdadera esencia de la mujer misma.
El propósito de Virginia Woolf dentro de esta obra es
firstly resaltar el “stream of consciousness” herramienta que sorprende por su
modernidad en esa época y la cual ella era maestra en ello. Con respecto al
tema del cuento Virginia trata de enseñar utilizando una metáfora usando los
puntos de la perspectiva del ser humano, cuando miramos algo y lo analizamos de
manera superficial ya que se encuentra en un filtro y con una lejanía, como nos
muestra la imagen de un espejo, mientras que si lo que observamos se encuentra
más cercano y sin una barrera podremos examinarlo de una forma correcta y
captar su intimidad. Al principio no podemos ver el interior de una persona por
la lejanía, pero mientras nos vamos acercando a ella, se hace más grande la
imagen y más completa la persona cuya
mente intentamos introducirnos, y poco a poco vamos comprendiendo sus
cualidades y defectos, los reales y no los falsos que nos limita un reflejo. En
este cuento Woolf nos muestra el gran contraste del análisis encontrado con lo
superficial y con lo profundo dentro de Isabella.
The lady in the looking-glass: a reflection, Virginia Woolf (1882-1941)