miércoles, junio 5

Entre periodismo y literatura: narconovelas y demás

POR: JULIE CAÑARTE.

La literatura y el periodismo no son tan lejanos como parecen. El periodismo se desprende de la literatura como un género nacido de las Crónicas de Indias, y esto nos ha mostrado la vertiente por la cual fluye la verdad, a diferencia de la fantasía y capacidad imaginativa que nos provee la literatura en general. A partir de esto se despeja la incógnita de cómo las narconovelas se originan: del hecho noticioso a la historia en los libros. Consideradas como parte de un nuevo género, se ha diversificado ampliamente durante los últimos años.

La inaugural Sin tetas no hay paraíso, de Gustavo Bolívar, cuenta la historia de Catalina, una tranquila muchacha que hará todo lo posible para salir de la pobreza; esto incluye transformar su cuerpo para que "dé la talla" y poder convertirse en la novia de algún narco que le pueda dar el dinero para mantenerse ella y a su familia también. Este relato tiene todo lo que necesitamos del periodismo y de la literatura, es un hecho real que sigue pasando en Colombia y a la vez es un relato de personajes que se desenvuelven alrededor de un problema, la pobreza. El marco clave para analizar la relación entre estos dos géneros es poder reconocer la diferencia entre noticia e historia, sabiendo que parten de lo real y se personifican en una individualidad, es decir, que partimos de lo general a un caso específico.

La más controversial Rosario Tijeras, de Jorge Franco, es la historia de una joven "de armas tomar", influenciada por el medio donde creció -las laderas nororientales de Medellín- donde fue violada a temprana edad (y guardaría su rencor por años). Conocida por todos y muy peligrosa, así se la podría definir.

“Como a Rosario le pegaron un tiro a quemarropa mientras le daban un beso, confundió el dolor del amor con el de la muerte”, así empieza la novela, y notamos en este caso una exploración desde el dolor que se vive en este mundo a través de Rosario, quien está consumida por la droga, los lujos de los narcos y el falso amor, el mismo que la llevará a la muerte en la sala de emergencia de un hospital en medio de la noche.

Los casos que personifican Catalina, Rosario, Martín González en El cartel de los sapos, o Teresa Mendoza en La reina del sur, son el ejemplo de cómo de una noticia surge una vida en particular que es afectada y en algunos casos creada para dar lugar a las historias. Estas novelas llevadas a la pantalla chica ilustran un mundo lleno de peligros y derroches, una realidad que probablemente ninguno de nosotros llegue a conocer de cerca porque nos vemos abstraídos en estos relatos en particular cuando hay muchas otras que no han sido tomadas en cuenta.

Otra caso particular, que antecede a todo el género de las narconovelas, es Noticias de un secuestro,  de Gabriel García Márquez, que relata lo que significó el narcoterrorismo en Colombia en 1990 cuando, bajo el mando de Pablo Escobar, se secuestraron a prominentes figuras políticas y periodistas del país. García Márquez, en su novela, no trata solamente una historia sino que se envuelve en un entramado de secuestros, asesinatos y liberaciones mostrando a través de la tercera persona hechos reales, personas que existen y otras que perecieron en las circunstancias desde el punto de vista de alguien externo al mundo del narcotráfico, ya que la mayoría de las narconovelas en la actualidad, así sean en texto o televisión, muestran las historias desde dentro del cartel y no lo que le pasa al ciudadano común.

Actualmente se habla de un filme sobre esta novela, quizás podamos ver un tratamiento distinto en cuanto a la historia y sus perspectivas. Esto nos sirve como punto de comparación con lo que hemos visto en las narconovelas actuales. Sin embargo, es interesante destacar el impacto social que han tenido estas narraciones en particular y la urgencia de ser llevadas a los medios.

Ciertamente, la clave de estos relatos está en mantener la conexión entre el hecho del que se va a hablar y el personaje, puede ser que uno de estos no sea real pero el otro debe serlo necesariamente para conservar una relación fidedigna con el mundo real. Si se trastoca este punto el lector, o el espectador, puede perder el interés ya que no ve verosimilitud en la historia, y en este caso lo que más interesa es su conexión con la realidad. Deberíamos preguntarnos quizás qué es lo que las hace destacar, por qué éstas son llevadas a la versión digital y otras novelas sólo se quedan en los libros, es un punto que no nos corresponde develar en este momento pero podemos empezar a reflexionar.

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http://www.lainsignia.org/2004/agosto/cul_019.htm
http://msnlatino.telemundo.com/club_de_noveleras/Spotlight/photo_gallery/2011-12/top_10_narconovelas_club_de_noveleras_carmen_villalobos_manolo_cardona_sin_tetas_no_hay_paraiso_el_capo_el_cartel
http://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/13/aih_13_4_039.pdf