POR: CHRISTIAN ARMIJO.
Para este análisis he escogido la nouvelle María Jesús del
escritor ecuatoriano Medardo Ángel Silva. Analizaremos el contexto histórico y
la construcción de este relato. María Jesús empieza a ser publicada por
entregas en las páginas de El Telégrafo, diario al que entra a trabajar Medardo
como editor, además se enmarca en la
transición entre romanticismo y modernismo.
Llamaremos a este narrador, voz lírica. ¿Por qué?, porque a
pesar de estar estructurada a manera de relato, la voz de quien nos los cuenta tiene
las características de un poeta.La lírica es la carta de presentación del
personaje masculino. Básicamente es la forma en que él habla y en que transmite
su observación. La narrativa no pierde su objetivo, sigue siendo el arte de
contar cómo se desenvuelven los acontecimientos a lo largo de la novela con una
mirada plagada de subjetividad. Subjetividad que hace que dentro de la
narración encontremos los profundos estados de ánimo del narrador, recreación
de ambientes, y remembranza del pasado. Es por eso que yo creo que al
fusionarse ambos géneros se logra definir la personalidad de este poeta. Así
es, como anteriormente dije, el personaje del poeta tiene una personalidad y el
autor no sólo se conforma con tildarlo de poeta, sino que ha usado su genialidad
para contar una historia.
La nouvelle se divide en diez capítulos bien marcados y una
dedicatoria. En cada uno de los capítulos podemos ver que tiene una intensión
diferente, y cada uno nos muestra esta mixtura que mostraban los modernistas en
cuanto a la experimentación entre los límites del romanticismo y los de su
corriente.
La semántica de cada capítulo es variopinta. En el primero se nos muestra a un hombre
triste que vuelve al campo y lo dibuja como una tierra de paz y gozo en
comparación con lo tumultuoso de la ciudad, que da malos hombres. Éste nos muestra al campo no como un mero
pretexto ornamental sino que la intención deviene en mostrarnos una
escenografía con actores activos y fuertemente construidos: gente de corazón
amplio, de buenos procederes, etc.
En el segundo capítulo la voz nos sigue diciendo la
bienaventuranza de estar en el campo y compartirlo con gente de espíritu noble
y alegre. La voz lírica se muestra al mismo nivel e incluso se esconde el puesto importante que
ostenta en la ciudad.
En la tercera parte se da a la presentación de esta hermosa
mujer, de la que la voz narrativa queda enamorada. Es decir que, el hablante de
la historia empieza a relatarnos con más intensidad. La lírica deja de ser un
pretexto para dibujar el paisaje y las costumbres del pueblo para concentrarse
en una interpelada. Nos cuenta la triste y gloriosa historia de su familia y
nos da pista de cómo es la niña. Finalmente la voz narrativa nos dice desde su
interioridad que se está enamorando de María Jesús:
– ¿Cómo te llamas? –le pregunté.
– ¿No se acuerda, señor no se acuerda de María Jesús?
– ¡Oh, sí: María Jesús, sí! ¡Qué crecida! ¿Sabes? Estás bonita.
María Jesús sonrió.1
El cuarto capítulo se desenvuelve con más cercanía entre los
dos personajes. El mundo se reduce para que nos enfoquemos como es el
tratamiento del amor desde el punto de vista del narrador; podemos ver una
escena nocturna cargada de un amor reprimido y de una melancólica tristeza. Se
nos dice que este protagonista narrador está en la sala mientras le llegan
partituras para piano y el en una arrebato místico comienza a tocar una
nocturna y al terminar ve a su amada llorando y le pregunta que le sucede, esto
como una demostración de que las almas todas las almas son sensibles a la belleza
y a la emotividad de las artes, en este caso la de la, música.
– ¿Qué tienes?...
Y ella volviendo a mí los ojos, rebosantes de infinito, me acarició con su negra mirada:
–No sé... es que esa música hace dar una penita –dijo, y se inclinó llorando.2
Hasta ahí la pareja no tiene ningún problema para evitar
consumar su amor. María Jesús muere al caer de un barranco al querer “alcanzar
las estrellas”. Sin duda alguna, esta escena es impactante porque hasta la
estrofa IX parece que el amor se desenvuelve con naturalidad. El incidente de
la muerte de María Jesús, si bien es determinante para que el narrador retome
ese carácter romántico de “sufrir por amor”, más bien le da un estado de paz y
a través de un “envío” expresa todo lo que sufrió por amor y ahora sufre.
En cuanto la significación podemos ver que a lo largo del
cuento se nos dan metáforas, que sugieren imágenes elaboradas, algo que es
propio del romanticismo. En la primera parte podemos ver como se personifica a
ese campo nocturno; si bien es de noche, es una noche donde la naturaleza es
benevolente..
Y la voz dulcificada por el viento que arrulla el platanal y rige el cabeceo de las palmas, se hundirá en el silencio nocturno como una queja de pájaro herido y rodará como una lágrima sobre el rostro de la noche azul y dorada...3
El texto se verá dominado por esta intención bucólica en
donde el campo trae alegrías en el alma; pues está lleno de gente buena y
sencilla. También trae el amor en la figura de María Jesús. Además vemos como
los protagonistas se dejan llevar por sus sentimientos.
Pero también podemos
ver rasgos modernitas en la obra de Silva.es modernista por que se nos presenta
esta escena bucólica ideal, una imagen para nada real del campo ecuatoriano; es
una imagen exotista que busque en el lector una sensación de escapismo de
querer ir a este idílico jardín. Si bien es un cuento de campo el lenguaje es
manejo de una manera muy cultista “Clarín del gallo anunciador del alba;
sonrisa de oro del sol sobre el mugido, patriarcal del buey en cándida
evocación betlemita”4 como vemos en esta cita, el lenguaje esta cerca al
cultismo.
Y el cultismo no solo se ve en el lenguaje sino también en
los referentes, como lo veremos a continuación “Acababan de traerme un encargo
de piezas de mis autores favoritos: Grieg, Chopin, Brahms, dulces aliviadores
de mis nostalgias juveniles.”5 es que se manejan todo tipo de referentes y la
ambientación elitista ya que vemos al protagonista tocando un piano de cola en
la sala de la casa de hacienda. El arte está muy vinculado ya que existen tanto
referentes de instrumentos como de composiciones como se puede ver en la cita
anterior.
Medardo ya esboza características de las vanguardias pues
como veremos en la siguiente nota existe una especie de flujo de conciencia:
No sé qué embriaguez de mi propia emoción me poseía y mi misma torpeza ejecutante, vencida por arrebato inspirado, hallaba extrañas pulsaciones y desconocidos acentos para interpretar, la melancolía desoladora del poeta del clavicordio.6
María Jesús es un relato con poder narrativo que ofrece los
datos descriptivos, pero con una voz lírica inquieta y majestuosa que no se
detiene en una mirada panorámica sino que trata de pintar siempre sus estados
de ánimos, el amor, la tristeza; los tópicos se ven transformados y parecen
pertenecer a un mundo aparte; siempre con esta visión de nocturnidad y la
muerte a cada paso. Presentando el campo como en una égloga, como una especie
de nocturno locus amenus.
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[1]María Jesús, cuento. Medardo Ángel Silva Pág.10[2]María Jesús, cuento. Medardo
Ángel Silva Pág. 15