POR: MIGUEL MUÑOZ.
Edgar Freire, el mítico librero quiteño, cuenta que una
señora fue a buscar, en la desaparecida librería Cima, la primera novela de Dávila Vázquez*. “Para su hija colegial”, explicó. Y se la pidió de esta manera:
"¿Tiene un libro que se llama María Joaquina en la vida y en la muerte,
ampáranos madre nuestra?”.
La anécdota nos la cuenta el mismo Jorge Dávila, la recuerda
con extrañeza, tal vez debido al extenso y desesperado título. No tan extraño,
sin embargo, es el espiritualismo de ese título inventado, tal como podremos
ver en las respuestas que el escritor cuencano dio a nuestras Matapreguntas.
¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído?
“Las mil y una noches”, a escondidas de mi mamá, que nos
leía a mi hermano y a mí historias que escogía, y despertó nuestra curiosidad y
suspicacia. Yo descubrí en dónde lo guardaba y lo leímos, verdaderamente
escandalizados, porque en el primer cuento que encontramos, un príncipe tenía
setenta concubinas, además de sus noventa esposas.
¿Cuál fue el último libro que leíste, o el que estás leyendo
ahora mismo?
"El pequeño diccionario Chagall en 52 símbolos",
de Jean-Michel Foray.
¿Qué libro no pudiste terminar de leer?
Una novela de William Ospina, en cuya portada decía que él
es el heredero de García Márquez (¡tiene tantos hijos putativos este señor!), y
que me pareció el colmo de lo artificiosa y recargada. Un neobarroco a la
fuerza.
¿Quién debería ser el próximo Nobel?
Adonis, el extraordinario poeta sirio-libanés.
¿Qué título le pondrías a tu autobiografía?
"Vine, vi, viví".
Si fueras un libro, ¿cómo te gustaría ser leído?
Poco a poco.
¿A qué escritor resucitarías? ¿Y para qué?
A Henri Alain-Fournier, para que siguiera prodigándonos
magia, sueño y poesía, en el estilo de su juvenil "El Gran Meaulnes".
¿Con qué personaje literario te gustaría tener un affaire?
Con la princesa de Cleves, aunque solo fuera para besar la
punta de sus dedos.
¿Qué libro te han prestado y no has devuelto?
"La lírica del siglo XX" de Hugo Friedrich. Y no
lo devolví porque su dueño murió y quería tener de él ese precioso recuerdo,
que alguien, en castigo a un robo tan consciente, me lo voló.
¿Quién es el autor "serio" más sobrevalorado? ¿y
el olvidado injustamente?
Roberto Bolaño, es increíblemente desigual, y la gente no
parece darse cuenta de ello. Une a textos de una brillantez impresionante,
otros que parecen descuidadamente escritos. Además, no hay concordancia entre
unas historias y otras, cuando aparecen en distintos relatos. El olvidado:
Louis Pergaud, el autor de una deliciosa
e inolvidable "Guerra de los botones".
Si la supervivencia de la literatura depende, como en
Fahrenheit 451, de memorizar un libro, ¿cuál sería, por qué?
"En busca del tiempo perdido", porque en él está
toda la historia y la intrahistoria de la humanidad; y como es tan vasto,
permitiría una supervivencia coral, como si hubiesen retornado los antiguos
rapsodas, que cantaban los poemas
homéricos, ante los miembros de su clan, una rapsodia después de otra.
¿Cuál ha sido tu peor trabajo?
Anotador de cheques y depósitos en un banco.
¿Cuál es tu secreto peor guardado?
Que soy un sentimental, capaz de llorar cada vez que escucho
la Novena Sinfonía de Beethoven en vivo.
¿Qué opinión te generan los gimnasios?
De impotencia, de qué más con mi físico...
¿Qué cantas en la ducha?
Tarareo, desentonadamente, trozos de ópera.
Estás a punto de morir, escribe tu último tuit:
Nos volveremos a veeeeeer. Hasta proooooooontoooooooooo!
*Jorge Dávila Vázquez (Cuenca, 1947). Doctor en Filología por
la Universidad de Cuenca. Autor de María Joaquina, en la vida y en la muerte y
Este mundo es el camino. Premio Nacional de Literatura “Aurelio Espinosa
Pólit”, 1976 y 1980 en novela y cuento, respectivamente; Los tiempos del olvido
(cuentos), premio Casa de la Cultura, 1977; Con gusto a muerte y Espejo roto,
teatro (premio nacional CCE, 1990); De rumores y sombras (novelas cortas),
1991; César Dávila Andrade, combate poético y suicidio (ensayo), 1998; La vida
secreta (novela breve) y Memoria de la poesía (lírica), 1999; Piripopao (novela
breve), 2000; cuatro tomos de cuentos: Historias para volar, Entrañables, Libro
de los sueños (Premio Gallegos Lara, Municipio Metropolitano, Quito, 2001) y
Arte de la brevedad, 2001; Río de la memoria (poesía), 2004 y La luz en el
abismo (antología de cuentos, Colección Cuarto Creciente, Campaña Nacional de
Lectura “Eugenio Espejo”).
Consta en antologías nacionales y extranjeras, con textos
traducidos al francés, inglés, alemán, portugués e italiano. Colabora
permanentemente en El Mercurio de Cuenca, Diario Hoy de Quito y en la Revista
Mundo Diners.